Los coronavirus son una amplia familia de virus que normalmente afectan sólo a los animales. Algunos tienen la capacidad de transmitirse de los animales a las personas.
Producen cuadros clínicos que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus que causó el síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) y el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV).
Existe la posibilidad de que la fuente inicial fuera algún animal, puesto que los primeros casos se detectaron en personas que trabajaban en un mercado donde había presencia de animales vivos. Algunos coronavirus son virus zoonóticos, lo que significa que se pueden transmitir de los animales al ser humano.
¿Cuáles son los síntomas del COVID-19?
Los síntomas más comunes que puede generar el COVID-19 son:
Fiebre
Tos
Sensación de falta de aire
En algunos casos también puede haber síntomas digestivos como:
Diarrea
Dolor abdominal
Solo en los casos más graves, la infección puede causar:
Neumonía
Dificultad importante para respirar
Fallo renal
E incluso en algún caso, la muerte
¿De qué forma se puede adquirir la infección?
Si bien no se conoce de forma precisa, por analogía con otras infecciones causadas por virus similares, parece que la transmisión sería a través del contacto con animales infectados o por contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Estas secreciones infectarían a otra persona si entran en contacto con su nariz, sus ojos o su boca.
La contagiosidad depende de la cantidad de virus en las vías respiratorias. La gotas respiratorias (secreciones) que se emiten a la hora de estornudar o toser se pueden trasmitir por el aire a una distancia aproximada de 1 metro y medio o 2 metros, no mucho más.
¿Existe un tratamiento para el COVID-19?
No existe un tratamiento específico para el nuevo coronavirus pero se están empleando algunos antivirales que han demostrado cierta eficacia en estudios recientes. Sí existen muchos tratamientos para el control de sus síntomas por lo que la asistencia sanitaria mejora el pronóstico.
Medidas de protección para cualquier persona
Lávate las manos frecuentemente, preferiblemente con agua y jabón, y si no dispones de ellos, con un desinfectante de manos a base de alcohol.
Cúbrete la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo; tira el pañuelo inmediatamente y lávate las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol, o con agua y jabón.
Mantén una distancia entre personas de 1 o 2 metros
Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca: Las manos tocan muchas superficies que pueden estar contaminadas con el virus. Si te tocas los ojos, la nariz o la boca con las manos contaminadas, puedes transferir el virus de la superficie a sí mismo.
Fuente:
Cruz Roja Española
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